lunes, 25 de enero de 2010

Posteriormente, en Perdidos...

Faltando poco más de una semana para el estreno de la sexta temporada de "Lost" en U.S.A. (algo más para España), anunciamos los planes de este blog para tal acontecimiento. Por cierto, no sé por qué demonios me da por escribir en plural si este blog lo llevo yo mismo desde mi sofá mientras me tomo un café y un cigarro, pero bueno, queda más profesional.

-Reviews de todos y cada uno de los capítulos. No de las temporadas anteriores, eso sería agotador (ya se ha encargado Todoseries de ello).

-Relatos, finales alternativos, historias inconclusas, etc. Una vez acabe la sexta temporada y sepamos de verdad de qué va todo esto, publicaremos (de nuevo, en plural) diversos relatos para no dejar ni un cabo suelto. Se facilitará una dirección de e-mail para que los lectores de este blog puedan dejar volar su imaginación y nos remitan sus propias historias.

-Se intentará contactar con algún miembro del reparto o el equipo técnico para que nos dedique una entrevista en exclusiva. Sí, lo sé, es complicado, pero no imposible. Tiempo al tiempo.

Y eso es todo. Gracias a Dios podremos dejarnos crecer las uñas de nuevo tras este largo periodo de abstinencia de nuestra serie favorita y, quién sabe, la mejor de todos los tiempos.

viernes, 22 de enero de 2010

Test: ¿Dinero o dignidad?

Nos hallamos aquí reunidos ante el primer test en la breve historia de este blog. Obviaremos las nuevas tecnologías y lo haremos a la antigua usanza, tipo revista femenina.


¿Qué harías por 1,000,000 de euros?


1. Comer heces humanas de un/a desconocido/a.


2. Amputarte una extremidad a tu elección (brazos y piernas).


3. Abstenerte de mantener relaciones sexuales el resto de tu vida.


4. Aparecer desnudo/a en una revista de tirada nacional.


5. Votar al PP.


6. Aceptar un trabajo en la otra punta del mundo.


7. Matar a un ser humano sabiendo que jamás nadie, ni siquiera la justicia, se enterará.


8. Rodar una película porno.


9. Hacerte la cirugía estética hasta parecerte a Belén Esteban.


10. Raparte completamente el pelo (no válido para calvos, ellos nunca lo entenderán).


Ahora viene la hora de la verdad. Cuenta las opciones que aceptarías (incluidas las que has dicho “depende”).



Resultado

0-3. Eres una persona más o menos normal, si es que tal cosa existe. Por ejemplo, ¿qué cambiaría un sólo voto en el resultado de unas elecciones? Pues nada, a no ser que el triste de Rajoy empiece a soltar cheques a diestro y siniestro.


4-7- Inquietante. Muy inquietante. Sinceramente, no sé cuáles has elegido, pero realmente no sé si quiero saberlo. Háztelo mirar. Hay otras cosas más importantes que el dinero.


8-10. Llama al 091 antes de que hagas daño a alguien. O más importante aún, antes de que te hagas daño a ti mismo. Imagínate transformado/a en una Belén Esteban cualquiera calva rodando una película porno en Australia con tu pierna amputada mientras te hacen una fotografía para la portada de Interviú justo después de emitir tu voto por correo. ¿Para qué 1,000,000 de euros si, probablemente, acabes suicidándote ahogándote en tu propio vómito?

sábado, 16 de enero de 2010

La leyenda de Mary Bell

Todo empezó en Penitence. Corría el año 1,876. En plena fiebre del oro, la delincuencia estaba al orden del día. Varios grupos organizados de bandidos se escondían en la ciudad camuflados entre sus habitantes. Esta es la historia de una de las mayores leyendas en el mundo del pillaje: la gran e inconfundible Mary Bell.

Debido al auge económico, pequeños empresarios habían conseguido ampliar su negocio, haciendo que Penitence se convirtiera en una referencia en todo el Lejano Oeste. Abundaban los locales de entretenimiento y restauración para mantener a los obreros felices y con el estómago lleno. Desde el Long Branch Saloon, regentado por Lillie Labelle, hasta el Jeremia’s Food, donde un inmigrante italiano había encontrado un hueco en la ciudad.

En la parte más occidental, junto a las carreras de diligencias, se encontraba el Chicken Stampida, regentado por la Srta. Bell.  Nada era lo que parecía. El pollo frito sólo era una excusa, una cortina de humo que ocultaba un negocio algo más sucio. La Srta. Bell era la cabecilla de un grupo de bandidos formado por, entre otros,  Grace, Caroline, Rose y la inquietante Lorraine.

Un buen día planearon un saqueo a The Old Steak House, el restaurante vecino regentado por Mr. Frédèric. Su intención no era robar la caja fuerte, sino víveres y provisiones. Debido a la facilidad del primer golpe, se convirtió en una costumbre. Entraban por la puerta con la mejor de sus sonrisas y salían con los bolsillos llenos.

Los trabajadores de The Old Steak House estaban atónitos. ¿Cómo era posible que el almacén se vaciara tan rápidamente? Buscaron varios motivos: ratas mutantes, fantasmas, Big Foot y familia e, incluso, pensaron en universos paralelos. Fue la primera vez que en la Historia de la Humanidad se hablaba de la teoría de cuerdas, pero esa es otra historia. No podían estar más equivocados. ¿Quién iba a dudar de esos vecinos tan majetes?

La verdad salió a la luz. Mientras Caroline abandonaba el restaurante, una cantidad absurda de ketchup cayó de sus bolsillos. Ningún bolsillo en la Historia del Universo había sido capaz de albergar tanta materia. Era atómicamente imposible. Esta fue la segunda vez que se mencionó lo de las cuerdas. El único que vio a Caroline fue el apuesto Paul, quien, cegado por la simpatía del clan Bell, hizo la vista gorda.

Poco a poco, todos se dieron cuenta, pero al igual que hizo el increíblemente atractivo Paul, permanecieron en silencio, dejando a los ladrones robar a sus anchas. Eran robos consentidos, pero ni a Mr. Frédèric ni a sus subordinados les importaba, pues no eran unos bandidos cualquiera, eran “sus” bandidos.

Nada en esta vida dura para siempre y “Chicken Stampida” cerró sus puertas. ¿Qué fue de la banda de Mary Bell? La mismísima Mary disfrutó de unas merecidas vacaciones. Grace y Caroline se unieron a Jeremia’s Food, Rose inventó la sidra, un brebaje mágico obtenido alquímicamente (si es que tal  palabra existe) a base de manzanas y la inquietante Lorraine emigró a la Vieja Europa, perdida por las escarpadas montañas de Glasgow. The End?


jueves, 14 de enero de 2010

Avatar

En este mundo donde hemos visto ya de todo, pocas cosas pueden sorprendernos. Vemos a diario cuerpos mutilados en las noticias, guerras absurdas, adelantos tecnológicos y sí, Marujita Díaz. Pero a veces, sólo a veces, hay cosas capaces de dejarnos barriendo el suelo con la mandíbula. Es el caso de “Avatar”, mejor película de la temporada y los 10 euros mejor invertidos en lo que llevamos de año.

“Avatar” cuenta la historia de un ex marine postrado en una silla de ruedas que, a través de ciertos avances tecnológicos, es capaz de introducirse en un cuerpo na’vi, una raza que vive en un planeta llamado Pandora. Su misión será infiltrarse entre los indígenas para convencerles de que se trasladen a otro lugar, puesto que bajo su poblado se encuentra un enorme yacimiento de un extraño mineral por el cuál se pagan grandes sumas de dinero en la Tierra. No tardará en hacerse un hueco en esa exótica sociedad y, bueno, lo demás podréis verlo en vuestro cine más cercano.


Como complemento, se puede visualizar la película en 3D. Sí, es algo más caro, pero vale la pena disfrutar de las maravillas de Pandora y de los magníficos efectos especiales en tres dimensiones.


¿Qué hace que esta película sea especial? Desde Hollywood nos tienen acostumbrados a que los grandes presupuestos escondan argumentos mediocres (¿quién dijo “2012”?), pero, en este caso, los efectos especiales impecables sólo son un complemento a una historia preciosa. Por supuesto, como todas las grandes historias, es algo previsible. ¿Pero acaso no sabíamos que Frodo destruiría el anillo desde el minuto 1?